Caffè/Espresso: El término genérico por excelencia, que implica pedir un espresso. No hace falta especificar espresso cuando se desea tomar el café más común en Italia, es algo que se sobreentiende. Un auténtico espresso italiano se sirve en taza relativamente pequeña de porcelana, la infusión llenará unos tres centímetros y debe tener su buenca capa de crema. La cantidad es pequeña, entre 20 y 25 ml, pero potente y muy aromática.
Caffè Doppio: Si un espresso no te parece suficiente, pide un doppio, ya que no es más que una doble ración de caffè servida en una taza un poco más grande.
Caffè Stretto/Ristretto: Suele llevar la misma cantidad de granos de café que el espresso, pero se prepara con menos agua. El resultado es un café muy corto pero de sabor y aromas muy fuertes. Para apasionados del café en mínimas dosis.
Caffè d’Orzo: Una curiosa variedad preparada con granos de cebada que produce una infusión más aguada y sin cafeína. Puede tomarse solo o con leche.
Caffè Americano: Aunque comparte la característica con el café servido en Estados Unidos de ser más suave y largo, el americano italiano es más fuerte. Se trata de un café preparado como un espresso, pero al que se añade agua caliente después de la infusión.
Caffè Lungo: Como su nombre indica, es un café largo, es decir, un espresso preparado con más cantidad de agua, normalmente el doble. Así resulta de sabor más suave.
Caffè Macchiato: Se trata de un café espresso servido en una taza mediana de porcelana o cristal, “manchado” con un poco de leche caliente, a veces un poco espumosa, pero nunca al nivel del capuccino.
Latte Macchiato: Es la misma idea del anterior, pero a la inversa. En una taza alta de cristal se dispone la leche caliente que se “mancha” con un poco de café.
Caffè Macchiato Freddo: Es esencialmente un macchiato, pero servido con leche fría o a temperatura ambiente. A veces se ofrece con la leche en una jarrita aparte para que el cliente se sirva a su gusto, o puede añadirla directamente el camarero.
Cappuccino: La otra gran estrella del café, en cuyo nombre a veces se cometen crímenes que deberían ser juzgados: un capuccino jamás llevará nata montada. El verdadero capuccino italiano consiste en un espresso con leche y coronado con espuma, servido en taza grande. Los italianos lo suelen tomar para desayunar, rara vez después de comer o a media tarde, que es una costumbre más de turistas.
Marocchino/Mocacchino: El nombre puede variar según la zona. Es un espresso servido en taza de cristal de medio tamaño, combinado con espuma de leche y coronado con cacao en polvo.
Caffè Corretto: En una taza de mediano tamaño, se sirve un espresso con un golpe de licor al gusto. Las opciones más demandadas suelen ser con grappa (un fuerte digestivo), Sambuca (licor aromatizado con anís), coñac o ron.
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