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martes, 14 de junio de 2016

Lo que no debes agregarle a tu café para mantenerlo saludable.







Por Natalia Vidoz
El café se está incluyendo cada vez más en la lista de los alimentos saludables, y ya no se lo cataloga de “mal hábito” junto con el alcohol, el tabaco y otros, como solía ser hasta hace poco. Pero para aprovechar en verdad esos beneficios que el café puede ofrecerle a la salud, es necesario evitar el agregado de “extras” que lo que hacen es restarle su valor nutricional. Veamos lo que no debes agregarle a tu café para mantenerlo saludable.

La ingesta moderada de café reduce el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares o problemas respiratorios, entre otros beneficios.

El azúcar es el principal ingrediente a evitar en el café. Pero al endulzarlo, estamos añadiendo valor energético a nuestra infusión – para colmo, de las llamadas “calorías vacías”, es decir que nos engordan pero no nos aportan ningún nutriente –. Además consumimos muchos compuestos nocivos que el azúcar contiene. Incluso, hay expertos detractores de los edulcorantes artificiales. Lo ideal es agregar algún endulzante natural, o mejor aún, acostumbrarse a beberlo amargo. Se le puede agregar también un poco de canela, que tiene beneficios en ayudar a moderar la glucosa en sangre.

Con el agregado de leche, el café pierde sus polifenoles, los famosos antioxidantes que precisamente son los que causan los beneficios del café, todo ello debido a las grasas saturadas lácteas – más aún si elegimos leche entera. La leche desnatada o semidesnatada puede ser mejor, pero no son lo ideal.

En cuanto a la leche en polvo – tan práctica para agregarle al café en cualquier momento y lugar –, es todavía peor que la leche fluida, pues para imitar su textura cremosa se utilizan complementos no lácteos como jarabe de maíz y aceites vegetales hidrogenados parcialmente, que son grasas pésimas para nuestro corazón. Es decir que sumamos calorías vacías provenientes de hidratos de carbono y grasas, que predisponen a la diabetes, la obesidad, el colesterol y las enfermedades cardíacas.

En invierno, es habitual agregarle al café algo de alcohol, como puede ser un licor, whisky, coñac. Pero lo que estamos haciendo es incorporar una gran cantidad de azúcares y una vez más, calorías vacías. La OMS indica que la ingesta de alcohol está asociada a muchos problemas de salud, siendo la cirrosis o el cáncer los más graves, por ello el agregado de alcohol al café debería ser muy ocasional.

Las cadenas de cafeterías al paso han aportado una costumbre nada sana, la de beber una mezcla de café con otro tipo de ingredientes como esencia de vainilla, crema, caramelo, chocolate, entre otros. Lo que estamos haciendo es sumar a nuestra dieta calorías, azúcares, colorantes artificiales altos en glucosa, productos químicos, ninguno de ellos bueno para nuestro cuerpo.

En conclusión, un café saludable es aquel que sea lo más puro posible, de excelente calidad y recién preparado. Acostúmbrate a consumir así tu café cotidiano, ya que no solamente tu cuerpo te lo agradecerá, sino que los expertos aseguran que es la mejor forma de disfrutar de un buen café.
Fuente: Amantes del café.org

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